El pasado viernes 9 de mayo tuve el honor de recibir el Premio Verdes Valles Asturianos de la Fundación Marino Gutiérrez Suárez, un reconocimiento que me emociona profundamente y que quiero compartir con todas las personas que creen, como yo, en el potencial transformador de la artesanía.

Un premio que apuesta por la artesanía en Asturias

Este premio me hizo reflexionar sobre el camino recorrido, sobre cómo la pandemia me empujó a dar un giro vital y a dedicarme plenamente a lo que hasta entonces había sido una actividad complementaria: el trabajo con la lana, los tejidos y los tintes.

El trabajo con la lana, los tejidos y los tintes dejó de ser una actividad complementaria para convertirse en una vocación

¿Qué tiene este oficio que tanto nos atrapa? Creo que encierra un conjunto de saberes y prácticas culturales profundamente humanos. Saberes que necesitamos recuperar, desarrollar y compartir si aspiramos a una sociedad más justa y sostenible.

La artesanía encierra un conjunto de saberes y prácticas culturales profundamente humanos

¿Qué tiene este oficio que tanto nos atrapa? Creo que encierra un conjunto de saberes y prácticas culturales profundamente humanos. Saberes que necesitamos recuperar, desarrollar y compartir si aspiramos a una sociedad más justa y sostenible.

Recibir este premio no es solo un honor personal. Es también un respaldo claro a la artesanía en Asturias

Recibir este premio no es solo un honor personal. Es también un respaldo claro a la artesanía en Asturias. A una forma de vida que cuida lo local, lo hecho a mano, lo respetuoso con la tierra y con las personas. Una manera de crear que incorpora la historia, la identidad y la sensibilidad de nuestro territorio.

La oveja xalda, nuestra raza autóctona, humilde y resistente, vuelve a tener valor como símbolo de un patrimonio que no queremos perder

Mención especial merece la oveja xalda, nuestra raza autóctona, humilde y resistente. Durante más de 3000 años nos ha proporcionado abrigo, sustento y cultura. Su lana, tantas veces ignorada, hoy vuelve a tener valor como símbolo de un patrimonio que no queremos perder. En cada hebra que trabajo pongo un pedazo de memoria, de cultura y de una forma de estar en el mundo que merece seguir viva.

Este premio es una luz que se proyecta no solo sobre mí, sino también sobre tantas personas que preservan oficios con sus manos y su corazón

La artesanía necesita apoyo, sí, pero sobre todo necesita ser vista, valorada y comprendida. Este premio es una luz que se proyecta no solo sobre mí, sino también sobre tantas personas que, con sus manos y su corazón, preservan oficios que forman parte de nuestra cultura común.

Gracias, de corazón, por creer en todo esto. Gracias a la Fundación Marino Gutiérrez Suárez por contribuir a que la artesanía siga viva y con futuro en Asturias.