Paz Mesa surge en la pasión de disfrutar y preservar un oficio con siglos de historia y tradición.

También nace de la inquietud de mantener ese conocimiento y saber, que a pesar del paso de los siglos sigue conservando su razón de ser, reelaborando la tradición con diseños, técnicas y funcionalidades contemporáneos. Un oficio que merece la pena proteger y que constituye un patrimonio histórico de todos. 

Paz Mesa trata de promover y divulgar formas de consumo más responsables, da prioridad a la lana asturiana y otras lanas locales y/o de producción orgánica, lo que incide directamente en el territorio en términos económicos, culturales, medioambientales y sociales.

Un proyecto de vida

Después de más de 10 años formándome en diferentes disciplinas de artesanía textil, decidí abandonar mi trabajo de funcionaria en la administración para dedicarme a la tejeduría tradicional en telar. Esto forma parte de mi manera de entender la vida, que pasa por vivir cerca de la naturaleza de la que formamos parte, e implica desempeñar el oficio de forma que minimice mi huella ecológica, teniendo en cuenta a las personas, el medio ambiente y el bienestar animal.

Paz Mesa

En el corazón rural de Asturias

Todo ello dentro de un territorio repleto de historia y cultura que conforma el paisaje de mi proyecto.

El taller se encuentra en la aldea asturiana de Puerma (Les Regueres), en un conjunto etnográfico integrado por la vivienda-taller y tres hórreos, que fueron trasladados, recuperados y rehabilitados por nuestras manos. 

Uno de ellos del siglo XVI, con policromías que me llevaron un largo trabajo de restauración reconocido con el premio “Lliñu” en su primera convocatoria en el año 2022.

Producción responsable

Defiendo que la creación de textiles debe estar vinculada no solo con el proceso de elaboración y la rentabilidad, sino que debe tener en cuenta un compromiso ético.

Conceptos como territorialidad, salud, bienestar animal, sostenibilidad, ecología, medioambiente, sociología, cultura,  sustentabilidad y trazabilidad son elementos imprescindibles de este proyecto.

Defiendo un consumo consciente que garantice unas condiciones laborales dignas y que minimice el impacto en el medioambiente y la salud. Esto conlleva una implicación personal en una producción lenta y sostenible de piezas atemporales y de larga duración, en contraposición a la superproducción de la industria textil que abandera una moda cambiante en cada temporada.