L’Aguañaz es un chal que nace de esa primera agua que asoma en lo alto del monte, cuando el manantial rompe la piedra y comienza a dibujar un cauce. Sus tonos azules y verdosos evocan los regueros finos que se deslizan entre raíces, musgos y hojas, llevando frescor y vida a la viesca asturiana.
Tejido a mano en telar con lana merina ecológica y teñido con tintes naturales, L’Aguañaz conecta el gesto de abrigarse con el ciclo del agua que sostiene los bosques. Igual que las raíces de los árboles retienen la humedad y alimentan fuentes y arroyos, cada hebra de este chal guarda la memoria del agua que ha acompañado el proceso de hilado, teñido y lavado.
En los montes de Asturies, el agua que nace en lo alto se filtra, desaparece y reaparece, formando manantiales, regueros y ríos que han modelado valles y caminos. L’Aguañaz quiere rendir homenaje a ese viaje silencioso del agua, proponiendo una pieza única, suave y ligera, que envuelve el cuerpo con la misma delicadeza con la que el reguero rodea las piedras y riega la vida del bosque.

















