Chal tejido a mano en telar con lana merino y seda, teñidos con tintes naturales que reproducen los tonos rojizos, marrones y tostados de las hayas en otoño.
Inspirado en el emblemático haya (Fagus sylvatica), árbol que atrae la humedad y la niebla, creando un microclima único en los bosques asturianos.
El haya protege la tierra, regula el agua y nutre las fuentes, siendo una verdadera «madre» y «nodriza» de la naturaleza. Así, este chal conecta tradición, sostenibilidad y un homenaje al equilibrio vital que mantiene el haya en sus bosques.

















